jueves, 14 de enero de 2016

Adios computadora querida...

Así las cosas. Mi roja y mal habida laptop  está terminando de recibir las últimas estocadas que el universo le tiene preparadas... 

Mi computadora guerrera, mi computadora de decenas de viajes, de desvelos...está dando las últimas patadas de ahogado, está agonizando. Me imagino que es un proceso natural...Ahora no sólo se mueren los viejos y los famosos en enero, las computadoras también están lentamente dejando de reaccionar de la forma en la que lo hacían antes para pasar al Off eterno... 

No va a quedar mucho más para la mía que empezar a pensar en transplantes para prolongarle un poquito más su estado "alerta", ¿Qué tiene? Pues un poco de todo en realidad... ya que le está empezando a fallar la "vista", ya algunos de sus periféricos están empezando a verse muy desgastados, las teclas se le desprenden como dientes a un viejo, su funcionamiento es más bien lento; está pues, en franca decadencia...Pero no obstante que su estado físico no me molesta en absoluto, es una combinación de experiencias y de miles de archivos, los que me tienen unido a ella...Si tan sólo fuera un asunto de código binario o de hardware otra cosa sería, pero ¡Nooooo! No se trata sólo de obtener un modelo más nuevo y traspasar su "cerebro" para seguir trabajando en ella, es la configuración perfecta la que voy a extrañar, esa lista de "settings" que le he dado en el paso del tiempo lo que la ha "amoldado" a mi gusto...Ese orden en el disco duro que me permite encontrar con facilidad lo que necesito, la forma en la que reacciona cuando tengo prisa, la lentitud que manifiesta cuando estoy demasiado cansado como para poder esperar un minuto a que se termine de apagar...Cada día me es más difícil hacerla reaccionar, hacer las cosas que antes hacia en un par de minutos ahora requieren más tiempo y aunque tiene momentos de una "lucidez" impresionante en la que parece que estuviera como nueva, se trata sólo de una ilusión pasajera que termina pronto llevándola al estado en el que ahora tiene por más que se esfuerce por complacer todo lo que le pida.

Ni hablar querida mía, hoy que estoy hablando de ti a través de ti (no sin problemas para hacerlo), me resigno a tenerte por siempre y me voy a hacer a la idea de dejarte ir, esperando que adornes por algún tiempo la repisa de la sala de la TV (a modo de homenaje por tus años de servicio) antes de buscarte un destino final que sea digno en correspondencia a todo lo que me has dado.   

Antonio "Pichojos" Mendoza

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